CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DEL RÍO DE LA PLATA
La conquista y colonización de la región del Río de la Plata presentan algunas características distintas a la de otros territorios americanos:
1) No existían grandes civilizaciones indígenas, ni riquezas en metales preciosos como en México o Perú y por lo tanto la conquista no presenta la espectacularidad y la colonización no tuvo el estímulo de otras regiones.
2) Por lo dicho anteriormente las corrientes colonizadoras fueron más modestas y más lentas en sus llegadas a la zona.
3) La conquista y colonización fue posterior a la México y Perú permitiendo contar con la experiencia realizada en estos lugares.
4) La vecindad de las posesiones portuguesas influyó en el proceso de colonización, incluso fue uno de los hechos que decidió el interés del estado español por poblar y organizar la región.
ETAPAS
LOS PRIMEROS PASOS
El esfuerzo de los conquistadores, desde el momento inicial con la llegada de Pedro de Mendoza como Primer Adelantado, se orientó hacia el norte en busca de riquezas. En 1534 había llegado a España el primer cargamento de oro y plata procedente del Perú creando una gran conmoción. Por otra parte la monarquía tenía informaciones sobre los preparativos de una expedición portuguesa que se dirigiría hacia América. Estos hechos apuraron el envío de la expedición de Pedro de Mendoza quien al llegar al Río de la Plata, en 1536, funda la ciudad de Santa María del Buen Aire donde deja una guarnición y marcha hacia el norte por el río Paraná. En la confluencia de este río con el río Paraguay los españoles fundaron Nuestra Señora de la Asunción (1537) que sería, por casi un siglo, el principal centro de conquista de la zona. Buenos Aires fue abandonada por sus pobladores que, hostilizados por los indígenas del lugar, se trasladaron a Asunción.
Asunción quedó aislada en el interior del continente sin otra comunicación que la que podía hacerse a través de los ríos Paraguay y Paraná o atravesando el territorio brasileño para llegar a la costa atlántica. En sus primeros años, Asunción tuvo muy pocos habitantes. Estos fueron aumentando con la llegada de nuevas expediciones de conquista pero sobretodo el aumento se dio por el intenso mestizaje de los españoles con los indígenas guaraníes. Los guaraníes establecieron una convivencia pacífica con los españoles, quienes tomaron para sí a las mujeres indígenas en forma tal que se le llamaba a Paraguay “el paraíso de Mahoma”. En poco tiempo la población mestiza se multiplico por doce.
El oro y la plata, tan ansiosamente buscados, nunca aparecieron. En cambio, el suelo era fértil y apto para la agricultura, realizandose cultivos de maíz, frijoles, cebada, trigo, algodón y caña de azúcar, además de yerba mate que habría de constituirse en elemento fundamental para el comercio.
LA COLONIZACIÓN DESDE EL INTERIOR
Contrariamente a los sucedido con el resto de la conquista, la colonización de la región del Río de la Plata se realizó desde el interior hacia la costa y no sede esta hacia el interior.
Al abandonarse la guarnición de Buenos Aires fundada originalmente por Mendoza, la colonización se concentró en Asunción. Desde esta partieron las expediciones hacia otros lugares. Cuando los asunceños se percataron de la región de los metales preciosos estaba fuera de su jurisdicción y correspondía a Perú, abandonaron las marchas hacia el norte y se dirigieron hacia el sur, siguiendo el río Paraná. De esta manera buscaron la forma de tener un lugar en la costa que permitiera una mejor comunicación con España. La figura de representativa de esta política colonizadora fue Juan de Garay quien, en 1580, procedió a refundar Buenos Aires. La comunicación entre ésta y Asunción quedó asegurada con villas que se fueron creando entre ambas: Santa Fe, Concepción y Corrientes.
Por otro lado desde el norte, desde Perú, se fueron estableciendo poblaciones españolas en la zona de Tucumán y Cuyo. Era una forma de dar salida a la gran cantidad de personas que se trasladaban desde España a Perú buscando las riquezas fáciles y que eran un factor de perturbación. Como Tucumán y Cuyo tenía indígenas con los que se podía convivir y podían ser introducidos al sistema de trabajo impuesto por los españoles, la zona comenzó a tener rápido desarrollo y se fueron colonizando las zonas vecinas.
De esta manera, partiendo de Asunción, Tucumán y Cuyo, se fueron creando una quincena de pueblos de no más de cien habitantes cada uno.
LA CREACIÓN DE LAS GOBERNACIONES
Cuando el gobierno español organizó a la región rioplatense en gobernaciones, estas dependieron durante un buen tiempo del virreinato del Perú. De acuerdo a las características geográficas y forma en que se fueron colonizando, se distinguían claramente diversas sub-regiones y de acuerdo a ellas se establecieron las gobernaciones: Tucumán, Cuyo y Río de la Plata . Esta última luego fue dividida en dos gobernaciones: la del Río de la Plata y la de Paraguay (1617). Claramente se distinguían las regiones del interior norte, Tucumán y Cuyo, como las más pobladas y desarrolladas económicamente, de la región de la costa atlántica, el litoral (gobernación del Río de la Plata propiamente dicha) que se colonizó más tarde. Pero ésta última se desarrolló rápidamente y su principal ciudad, Buenos Aires, empezó a ser la ciudad más importante de la región. Dos son las principales razones de este acelerado crecimiento económico y social: su importancia estratégica por la cercanía de las posesiones portuguesas y la riqueza ganadera que va a desarrollarse junto al aumento de la demanda de cueros desde Europa.
LA CREACIÓN DEL VIRREINATO
Causas de su creación.-
La creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, y su consiguiente separación del Perú, se debió a diversos motivos:
1) En lo económico, el Río de la Plata se había constituido en una unidad cuyo centro principal era la ciudad-puerto de Buenos Aires, cuyos intereses eran distintos a los de Lima. No era lógico que estas regiones dependieran enteramente de resoluciones tomadas por las autoridades y comerciantes peruanos.
2) En lo administrativo, la extensión de los territorios rioplatenses hacían difícil su control desde Lima, especialmente las costas atlánticas expuestas a los desembarcos clandestinos de embarcaciones de otros países.
3) En lo estratégico, era necesario jerarquizar la autoridad y mejorar la defensa de la parte sur del continente americano que era codiciada por portugueses e ingleses. La amenaza portuguesa se observaba en sus permanentes avances sobre la Banda Oriental. La amenaza inglesa se manifestaba en sus intentos de establecerse en las Malvinas y la Patagonia. Para impedir esos intentos era necesario crear en el Río de la Plata un fuerte centro de autoridad que pudiera actuar en cualquier situación de emergencia.
La expedición de Cevallos.-
Las autoridades españolas estaban convencidas de que debían actuar enérgicamente contra las incursiones portuguesas, pero temían que esto provocara un conflicto con Inglaterra que era aliada de aquellos. En 1776 se presentó la ocasión propicia, ya que Inglaterra estaba muy ocupada a raíz de la revolución de sus colonias en América del Norte. España decidió realizar una acción decisiva contra los portuguesas establecidos en la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental, tan rápida que no diera tiempo para una intervención de Inglaterra.
En agosto de 1776 el Rey Carlos III designó a Pedro Cevallos (ex-gobernador de Buenos Aires) como jefe de la expedición militar y como Virrey del Río de la Plata. La expedición culminó exitosamente para España con la destrucción de la Colonia del Sacramento y la firma del Tratado de San Ildefonso que establecía los limites entre las posesiones españolas y portuguesas.
Organización del Virreinato.-
El nuevo Virreinato creado comprendía las gobernaciones de Buenos Aires, Tucumán, Paraguay y Cuyo, así como el territorio gobernado por la Real Audiencia de Charcas (Alto Perú). En términos actuales abarcaba los territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y algunas partes menores de Brasil, Perú y Chile. La inclusión de Alto Perú (actual Bolivia), dispuesta pese a las protestas de los comerciantes de Perú, se hizo para dar al nuevo virreinato una región con riquezas minerales que permitiera hacer frente a los gastos de organización.
CARACTERÍSTICAS REGIONALES
Al crearse el virreinato la región comprendía varias subregiones:
1)El Litoral que incluía lo que luego serían las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre ríos, Santa Fe y el sur de Córdoba, así como la Banda Oriental.
2) El Interior que estaba formado por: Tucumán (que incluía los territorios de las futuras provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y el norte de Córdoba) y Cuyo (San Juan, San Luis y Mendoza).
3) Paraguay.
4) Alto Perú en el norte, económica y culturalmente más vinculado al Perú que al Río de la Plata.
5) La Patagonia, que en realidad estaba en poder de los indios y que su único contacto con el resto del virreinato durante el periodo colonial fue el aporte de sal a través del puerto de Carmen de Patagones.
Estas regiones tenían características geográficas, económicas y poblacionales distintas y por lo tanto los intereses también eran diversos y a veces enfrentados.
EL LITORAL
Esta región, donde predominaban las llanuras con pasturas de notable calidad, se caracterizaba por la producción ganadera. Poseía además los dos únicos puertos importantes del virreinato que permitían la salida o ingreso de mercadería: Buenos Aires y Montevideo. Tenía por lo tanto “la llave” para permitir o no el comercio con el exterior del resto de las subregiones.
Era la región menos poblada del virreinato, estimándose que de la población total, unos 400 mil habitantes en 1800, sólo el 15% se encontraba en esta parte. El predominio de la producción ganadera y el desarrollo del comercio portuario, concentró la población en las ciudades y despobló la zona rural. Las únicas ciudades importantes, además de Buenos Aires y Montevideo, fueron aquellas que se establecieron en el camino por el que iban las mercaderías entre Buenos Aires y Alto Perú. En una primera etapa de su existencia el comercio del Litoral dependió de Alto Perú que era la zona más rica y con más poder de compra. Pero a medida que se fue permitiendo por la autoridades españolas el comercio de Buenos Aires y Montevideo con Europa u otras regiones de América, esta situación cambió y el Litoral se vinculó más al comercio marítimo con Europa.
El Litoral, y especialmente Buenos Aires defendía el libre comercio porque le interesaba colocar los cueros en el exterior del virreinato, y en cuanto a las importaciones, como no producía artículos de consumo manufacturados, le interesaba comprarlos donde fuera más barato. Esto último contrariaba los intereses de las regiones del Interior que se veían afectadas por la introducción de productos que ellos también producían.
EL INTERIOR
Estaba formado por Tucumán y Cuyo.
Tucumán.- La población de esta región se fue estableciendo a lo largo de la ruta de caravanas que comunicaba Buenos Aires con Alto Perú. La población blanca constituía el 30% de la población, igual cifra correspondía a la población india y el resto lo constituían negros, mestizos, mulatos y zambos. Los indígenas poseían uno de los grados de mayor evolución de la región platense y por lo tanto se les utilizó como mano de obra; el mestizaje fue abundante.
Tucumán era una zona de escala para el comercio entre Buenos Aires y Alto Perú. Una de sus principales actividades económicas era la venta de mulas. Estas se criaban en el Litoral y luego eran invernadas en Tucumán donde se las vendía, concretamente en Salta, en las ferias de febrero y marzo. La mayor cantidad de ventas se hacía hacia Alto Perú y Perú. Tucumán también era zona de artesanías. Allí se construían las famosas carretas tucumanas hechas de madera y cuero. También había producción textil, con hilados de algodón, lana y lino. En los tejidos trabajaban mujeres, siguiendo la tradición indígena con telares rudimentarios, en los que se hacían ponchos, frazadas, alfombras, lienzos, etc que se vendían no sólo en Tucumán sino en otras zonas del virreinato. También se trabajaba el cuero creandose riendas, lazos, cinchas, bozales, etc.
También se cultivaba, siendo la principal producción la caña de azúcar, la vid y el algodón, cuyos productos luego se procesaban.
Toda esta producción y su comercialización hacia otras regiones permitía a Tucumán tener un nivel de ingresos importante y durante un tiempo bastante superior a otras zonas. Pero con la apertura del comercio y el ingreso de productos europeos a través del puerto de Buenos Aires, disminuyeron las ventas, afectandose sobretodo a los tejidos. El ingreso de tejidos europeos, especialmente los ingleses, le hicieron perder el mercado del Litoral.
Cuyo.- Era una región de poca población, de la cual sólo el 10% era blanca. Su principal producción era la viña, hecha con regadío. Ya a fines del siglo XVI los vinos de Mendoza se vendían en Buenos Aires. También se producían frutas secas y trigo. Al igual que Tucumán, Cuyo necesitaba de las ventas al resto del virreinato para sobrevivir, pero se defendía mejor de la competencia extranjera `porque la producción de vinos europea se hacía con técnicas similares a las de esta zona, sin poder aplicarse a ella la industrialización. Inglaterra no producía vinos de la misma manera que producía textiles. Lo que si perjudicaba a los vinos cuyanos eran los costos de los fletes: era más costoso trasladar el vino desde Mendoza a Buenos Aires que desde España. Es por esto que el vino español se vendía en Buenos Aires, a fines del siglo XVIII, a 10 pesos, mientras el mendocino se vendía a 36 pesos.
ALTO PERÚ
Estaba formado por los territorios de Charcas, Potosí, Cochabamba y La Paz (actuales territorios de Bolivia) y era la región con mayor concentración de población.
Su principal producción era la minería, que se concentraba en el cerro de Potosí y en Oruro. Pero a fines del siglo XVIII, luego de que España extrajera una impresionante cantidad de plata, la producción había decaído, y de 2000 kilos de material extraído no se llegaba a obtener un kilo de plata. A pesar de ello igual se extraían por año unos 60 mil kilos de plata.
La importancia económica del Alto Perú para el virreinato del Río de la Plata era indiscutible por el aporte económico que hacía en metales preciosos y porque era un importante mercado de consumo de la producción de las demás subregiones. Allí se vendían las mulas, los tejidos y los cueros de Tucumán, los vinos de Cuyo. También tenía comercio con Buenos Aires, ya que los productos que se necesitaban en Alto Perú y que no eran producidos en la zona, se compraban en España e ingresaban por aquel puerto.
Pero la decadencia minera alto peruana y el creciente interés de Buenos Aires por las exportaciones de cueros y carnes saladas hacia el exterior del virreinato, llevaron a desinteresarse por la zona que mantuvo lazos cada vez más estrechos con el Perú.
PARAGUAY
Esta región, con mucha población indígena y mestiza, producía principalmente yerba mate y tabaco, ambos de gran consumo en el Río de la Plata. Como no había otra región que se dedicara a esta producción, no tenía competencia. Pero el estado, atento al gran consumo de yerba y tabaco, aprovechaba esto para ponerle fuertes impuestos.
Una crónica de la época al referirse al consumo de mate expresaba: “Desde el esclavo negro hasta el más noble caballero lo usan. Si llega un huésped, aunque sea a una vil choza o rancho, se le da mate. Si está cansado, mate para descansar; si sudado, mate para desudar; si sediento, mate para despabilar el sueño, si con la cabeza cargada, mate para descargarla; si con el estómago descompuesto, mate para que lo componga”.
De esos impuestos casi nada quedaba en Paraguay, yendo a financiar fortificaciones y gastos de guerra.
Los productos paraguayos eran trasladados por el río Paraná y debían ser descargados en Santa Fe, donde eran recargados en carretas para ser distribuidos en el resto de las regiones. Esto beneficiaba a los santafecinos que revendían los productos. Por esta razón y por los impuestos los paraguayos reiteraron reclamos a las autoridades.
Además de los dos productos señalados, Paraguay producía algodón y realizaba tejidos para su propia población; también cultivaba los productos que consumía. También tenía madera y algo de ganado. Por estas razones Paraguay estaba en condiciones de autoabastecerse, no necesitando de la producción de otras regiones ni de afuera del virreinato. Sólo necesitaba mantener los mercados dentro del virreinato para vender la yerba y el tabaco.
LA CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE LA BANDA ORIENTAL
Durante las primeras etapas de la conquista del Río de la Plata, el territorio de la Banda Oriental fue dejado de lado. Como el interés estaba concentrado en obtener las riquezas minerales que se encontraban en el interior del continente, las expediciones se dirigieron hacia la zona norte. Cuando las ilusiones de hallar oro y plata se perdieron, y comienza la colonización desde Asunción hacia la costa, hay algún interés por establecer avanzadas colonizadas en esta banda.
Pero la colonización va a ser tardía y va estar caracterizada por lo siguiente:
1) Primero se formó una fuente de riqueza, la ganadería, y después recién llegaron los colonos.
2) La Banda Oriental era una zona de frontera entre posesiones españolas y portuguesas y su colonización estuvo determinada por esta situación.
Los primeros intentos de establecer poblaciones fueron las fundaciones de San Juan (1542) y San Salvador (1573). Ambas terminaron en fracaso ya que los habitantes, cansados de penurias y sin auxilios desde el exterior las abandonaron al poco tiempo de fundadas.
Después de la refundación de Buenos Aires, en 1580, la situación parecía más propicia para levantar poblaciones o guarniciones que sirvieran de protección a aquel de este lado del Río de la Plata. El gobernador de Asunción, Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), fue uno de los primeros que vio las bondades del territorio oriental y trató de interesar al gobierno español sobre la necesidad de colonizarlo. El propio Hernandarias, en 1607, dirigió una expedición que recorrió parte del territorio oriental y las costas de los ríos Uruguay y de la Plata. Insistió en sus comunicaciones con España en la necesidad de colonizar el territorio pero no tuvo respuesta.
Fueron necesarias dos circunstancias para que la Banda Oriental despertara el interés de los colonos y de la corona: la explotación del ganado y la amenaza portuguesa.
INTRODUCCIÓN DE LA GANADERÍA
La introducción de ganado a territorio oriental se atribuye a Hernandarias, quien habría dispuesto el traslado de animales desde el territorio de Buenos Aires. Los primeros ganados se introdujeron en la isla del Vizcaíno en 1611 y en San Gabriel en 1617. Poco después también se produce la introducción de ganado desde las Misiones Jesuíticas ubicadas en el norte de la Banda. Las buenas condiciones del suelo y las pasturas abundantes permitieron la rápida multiplicación del ganado.
La riqueza ganadera determinó la llegada de gente de distinta procedencia que, con el tiempo fue creando una población flotante cuya vida estaba unida a la faena ganadera y el comercio de cueros. Los principales lugares de procedencia eran Buenos Aires y Santa Fe donde, a comienzos del siglo XVIII, el ganado comenzó a escasear por las grandes matanzas que se realizaban.
A los vecinos de aquellas ciudades que quisieran apropiarse de ganado de la Banda Oriental se les daba una autorización y cruzaban el río Uruguay, buscaban el ganado y lo arreaban hacia la otra orilla del río. Se trataba en general de estancieros que utilizaban el territorio oriental como abastecimiento de sus estancias. También desde las Misiones Jesuíticas se venía a buscar ganado y a veces se producían conflictos con los santafecinos y bonaerenses.
Además de éstas vaquerías autorizadas para llevar ganado en pie, se fue haciendo cada vez más común la matanza sin permiso del ganado. Como la conducción de ganado hacia la otra orilla exigía muchos personal, tiempo y dinero, se prefería juntarlo en alguna rinconada natural y matarlo para cuerearlo allí mismo.
A las costas del Atlántico llegaban barcos de diversas procedencias que se abastecían de agua dulce y también se interesaron por el comercio de cueros. Bajaban a tierra, mataban animales, establecían campamentos donde secaban los cueros y luego se marchaban a venderlos a Europa. También se realizaban incursiones de los mamelucos, nombre que se les daba a los mestizos de San Pablo, territorio portugués, que arreaban ganado hacia el norte.
Así, con los que hacían matanzas ilegales de ganado y con los que iban quedando de las vaquerías, la campaña se iba poblando. A estos pobladores se fueron sumando desertores de los ejércitos portugueses y españoles. Y además se encontraban los indígenas.
LA PRESENCIA PORTUGUESA
Portugal, desde que comenzó la colonización de Brasil, demostró interés en ocupar más territorio que el que le correspondía de acuerdo con el Tratado de Tordesillas. Aprovechando que los españoles se desinteresaron por los territorios sudamericanos sobre el Atlántico ya que estaban volcados a la conquista de las tierras con riquezas en oro y plata como era Perú, los portugueses fueron expandiendo sus posesiones. Al dirigirse hacia el sur concibieron la idea de que su limite con las posesiones españolas debía ser un accidente geográfico y no una linea imaginaria y ese accidente geográfico podía ser el Río de la Plata. Por lo tanto la Banda Oriental quedaría dentro de su territorio.
Con este propósito en 1680 fundaron la Nova Colonia del Sacramento donde se unen el río Uruguay y el río de la Plata frente a Buenos Aires. En ese momento la Banda Oriental aún no había sido poblada por los españoles.
Las autoridades hispánicas no podían aceptar la situación porque de hacerlo estarían entregando a Portugal un vasto territorio que era además la llave de salida de la cuenca platense. La Colonia portuguesa, además, hacía peligrar el mantenimiento del sistema monopólico español en el sur de América, ya que, por su cercanía con Buenos Aires, se transformaría en fuente de contrabando.
Por estas razones se procedió a desalojar a la Colonia por la fuerza. A partir de ese momento se sucedieron las luchas entre españoles y portugueses por el territorio de la Banda Oriental durante casi un siglo. Los españoles triunfaban en la guerra, pero luego los portugueses, hábiles diplomáticos y contando con el apoyo de Inglaterra, obtenían de vuelta la Colonia en los acuerdos de paz.
La situación de conflicto permanente entre España y Portugal fue dando mayor importancia a la región de la Banda Oriental que era una de las zonas disputadas.
FUNDACIÓN DE MONTEVIDEO
Desde que los portugueses fundaron Colonia, las autoridades españolas proyectaron el establecimiento de un centro poblado en la bahía de Montevideo. El peligro de extensión portuguesa sobre la zona era cada vez mayor y podían establecer nuevas ciudades como Colonia.
A partir de 1715 se suceden las comunicaciones del gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, dirigidas a las autoridades residentes en España, planteando la necesidad de erigir fortificaciones y poblar lugares como Montevideo y Maldonado para evitar que fueran ocupados primero por los portugueses y además para que sirviera de puntos de vigilancia. En 1724 la amenaza de instalación portuguesa en la bahía de Montevideo pareció concretarse, al avistarse allí embarcaciones de aquel país con intención de desembarcar. Enterado de la situación , Zabala actuó con urgencia y dirigió una expedición militar desde Buenos Aires para impedir el asentamiento de los portugueses. Estos, impresionados por el despliegue de fuerzas españolas, se retiraron. Zabala dejó una guarnición en el lugar y ordenó que se delineara el plano de la ciudad a levantar allí.
Entre 1724 y 1726 fueron llegando los primeros pobladores civiles de la ciudad procedentes de Buenos Aires. Pero el desinterés demostrado por la población de aquella ciudad para trasladarse a poblar Montevideo, dio origen al plan para traer pobladores directamente desde España. El estado español contrató al comerciante Francisco de Alzaybar para que se encargara de traer colonos procedentes de las Islas Canarias. Las primeras familias canarias llegaron en noviembre de 1726.
El capitán Pedro Millán se encargó de empadronar a los pobladores y fijar los límites hasta donde llegaba la autoridad de la ciudad. Estos llegaban por el oeste hasta el arroyo Cufré, por el norte hasta las nacientes de los ríos Santa Lucía y San José y por el este hasta las sierras de Maldonado. Abarcaba los actuales departamentos de Montevideo, Canelones y San José y parte de Flores, Florida, Maldonado y Lavalleja. El resto del territorio oriental hasta el río Negro quedaba bajo jurisdicción de Buenos Aires y el norte del río Negro dependía de la gobernación de Yapeyú.
La planificación de la ciudad preveía la existencia de 32 manzanas cuyos solares se repartieron entre los vecinos para que construyeran sus viviendas. A cada vecino se le entregaba un solar, una chacra en los alrededores de la ciudad y una estancia. Las chacras se establecieron sobre el arroyo Miguelete y las primeras estancias estaban ubicadas sobre los arroyos Carrasco y Pando. Una parte de las tierras se dejaban para el pastoreo común de los animales (las dehesas) y otras para beneficio del Cabildo (las tierras de propios).
En 1730, aumentada la población con más familias que habían llegado de las islas Canarias, se designaron por parte de Zabala los miembros del primer Cabildo de Montevideo. Este era la autoridad máxima de la ciudad (aun no había un gobernador de Montevideo) pero desde el comienzo de su actuación tuvo choques con el comandante militar que dependía directamente del gobernador de Buenos Aires. No hay que olvidar el carácter estratégico que se le daba a Montevideo en el intento de defender estos territorios del avance portugués, por lo tanto se tendía a subordinar la vida civil a la autoridad y disciplina militar.
Tratando de solucionar estos enfrentamientos entre el Cabildo y los comandantes militares, el gobierno español decidió, en 1749, la creación de la gobernación de Montevideo, designándose como primer gobernador a José Joaquín de Viana. Esto le daba cierta autonomía a Montevideo, aunque, en ciertos asuntos importantes el gobernador dependía de las autoridades regionales con sede en Buenos Aires.
CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DEL RÍO DE LA PLATA
La conquista y colonización de la región del Río de la Plata presentan algunas características distintas a la de otros territorios americanos:
1) No existían grandes civilizaciones indígenas, ni riquezas en metales preciosos como en México o Perú y por lo tanto la conquista no presenta la espectacularidad y la colonización no tuvo el estímulo de otras regiones.
2) Por lo dicho anteriormente las corrientes colonizadoras fueron más modestas y más lentas en sus llegadas a la zona.
3) La conquista y colonización fue posterior a la México y Perú permitiendo contar con la experiencia realizada en estos lugares.
4) La vecindad de las posesiones portuguesas influyó en el proceso de colonización, incluso fue uno de los hechos que decidió el interés del estado español por poblar y organizar la región.
ETAPAS
LOS PRIMEROS PASOS
El esfuerzo de los conquistadores, desde el momento inicial con la llegada de Pedro de Mendoza como Primer Adelantado, se orientó hacia el norte en busca de riquezas. En 1534 había llegado a España el primer cargamento de oro y plata procedente del Perú creando una gran conmoción. Por otra parte la monarquía tenía informaciones sobre los preparativos de una expedición portuguesa que se dirigiría hacia América. Estos hechos apuraron el envío de la expedición de Pedro de Mendoza quien al llegar al Río de la Plata, en 1536, funda la ciudad de Santa María del Buen Aire donde deja una guarnición y marcha hacia el norte por el río Paraná. En la confluencia de este río con el río Paraguay los españoles fundaron Nuestra Señora de la Asunción (1537) que sería, por casi un siglo, el principal centro de conquista de la zona. Buenos Aires fue abandonada por sus pobladores que, hostilizados por los indígenas del lugar, se trasladaron a Asunción.
Asunción quedó aislada en el interior del continente sin otra comunicación que la que podía hacerse a través de los ríos Paraguay y Paraná o atravesando el territorio brasileño para llegar a la costa atlántica. En sus primeros años, Asunción tuvo muy pocos habitantes. Estos fueron aumentando con la llegada de nuevas expediciones de conquista pero sobretodo el aumento se dio por el intenso mestizaje de los españoles con los indígenas guaraníes. Los guaraníes establecieron una convivencia pacífica con los españoles, quienes tomaron para sí a las mujeres indígenas en forma tal que se le llamaba a Paraguay “el paraíso de Mahoma”. En poco tiempo la población mestiza se multiplico por doce.
El oro y la plata, tan ansiosamente buscados, nunca aparecieron. En cambio, el suelo era fértil y apto para la agricultura, realizandose cultivos de maíz, frijoles, cebada, trigo, algodón y caña de azúcar, además de yerba mate que habría de constituirse en elemento fundamental para el comercio.
LA COLONIZACIÓN DESDE EL INTERIOR
Contrariamente a los sucedido con el resto de la conquista, la colonización de la región del Río de la Plata se realizó desde el interior hacia la costa y no sede esta hacia el interior.
Al abandonarse la guarnición de Buenos Aires fundada originalmente por Mendoza, la colonización se concentró en Asunción. Desde esta partieron las expediciones hacia otros lugares. Cuando los asunceños se percataron de la región de los metales preciosos estaba fuera de su jurisdicción y correspondía a Perú, abandonaron las marchas hacia el norte y se dirigieron hacia el sur, siguiendo el río Paraná. De esta manera buscaron la forma de tener un lugar en la costa que permitiera una mejor comunicación con España. La figura de representativa de esta política colonizadora fue Juan de Garay quien, en 1580, procedió a refundar Buenos Aires. La comunicación entre ésta y Asunción quedó asegurada con villas que se fueron creando entre ambas: Santa Fe, Concepción y Corrientes.
Por otro lado desde el norte, desde Perú, se fueron estableciendo poblaciones españolas en la zona de Tucumán y Cuyo. Era una forma de dar salida a la gran cantidad de personas que se trasladaban desde España a Perú buscando las riquezas fáciles y que eran un factor de perturbación. Como Tucumán y Cuyo tenía indígenas con los que se podía convivir y podían ser introducidos al sistema de trabajo impuesto por los españoles, la zona comenzó a tener rápido desarrollo y se fueron colonizando las zonas vecinas.
De esta manera, partiendo de Asunción, Tucumán y Cuyo, se fueron creando una quincena de pueblos de no más de cien habitantes cada uno.
LA CREACIÓN DE LAS GOBERNACIONES
Cuando el gobierno español organizó a la región rioplatense en gobernaciones, estas dependieron durante un buen tiempo del virreinato del Perú. De acuerdo a las características geográficas y forma en que se fueron colonizando, se distinguían claramente diversas sub-regiones y de acuerdo a ellas se establecieron las gobernaciones: Tucumán, Cuyo y Río de la Plata . Esta última luego fue dividida en dos gobernaciones: la del Río de la Plata y la de Paraguay (1617). Claramente se distinguían las regiones del interior norte, Tucumán y Cuyo, como las más pobladas y desarrolladas económicamente, de la región de la costa atlántica, el litoral (gobernación del Río de la Plata propiamente dicha) que se colonizó más tarde. Pero ésta última se desarrolló rápidamente y su principal ciudad, Buenos Aires, empezó a ser la ciudad más importante de la región. Dos son las principales razones de este acelerado crecimiento económico y social: su importancia estratégica por la cercanía de las posesiones portuguesas y la riqueza ganadera que va a desarrollarse junto al aumento de la demanda de cueros desde Europa.
LA CREACIÓN DEL VIRREINATO
Causas de su creación.-
La creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, y su consiguiente separación del Perú, se debió a diversos motivos:
1) En lo económico, el Río de la Plata se había constituido en una unidad cuyo centro principal era la ciudad-puerto de Buenos Aires, cuyos intereses eran distintos a los de Lima. No era lógico que estas regiones dependieran enteramente de resoluciones tomadas por las autoridades y comerciantes peruanos.
2) En lo administrativo, la extensión de los territorios rioplatenses hacían difícil su control desde Lima, especialmente las costas atlánticas expuestas a los desembarcos clandestinos de embarcaciones de otros países.
3) En lo estratégico, era necesario jerarquizar la autoridad y mejorar la defensa de la parte sur del continente americano que era codiciada por portugueses e ingleses. La amenaza portuguesa se observaba en sus permanentes avances sobre la Banda Oriental. La amenaza inglesa se manifestaba en sus intentos de establecerse en las Malvinas y la Patagonia. Para impedir esos intentos era necesario crear en el Río de la Plata un fuerte centro de autoridad que pudiera actuar en cualquier situación de emergencia.
La expedición de Cevallos.-
Las autoridades españolas estaban convencidas de que debían actuar enérgicamente contra las incursiones portuguesas, pero temían que esto provocara un conflicto con Inglaterra que era aliada de aquellos. En 1776 se presentó la ocasión propicia, ya que Inglaterra estaba muy ocupada a raíz de la revolución de sus colonias en América del Norte. España decidió realizar una acción decisiva contra los portuguesas establecidos en la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental, tan rápida que no diera tiempo para una intervención de Inglaterra.
En agosto de 1776 el Rey Carlos III designó a Pedro Cevallos (ex-gobernador de Buenos Aires) como jefe de la expedición militar y como Virrey del Río de la Plata. La expedición culminó exitosamente para España con la destrucción de la Colonia del Sacramento y la firma del Tratado de San Ildefonso que establecía los limites entre las posesiones españolas y portuguesas.
Organización del Virreinato.-
El nuevo Virreinato creado comprendía las gobernaciones de Buenos Aires, Tucumán, Paraguay y Cuyo, así como el territorio gobernado por la Real Audiencia de Charcas (Alto Perú). En términos actuales abarcaba los territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y algunas partes menores de Brasil, Perú y Chile. La inclusión de Alto Perú (actual Bolivia), dispuesta pese a las protestas de los comerciantes de Perú, se hizo para dar al nuevo virreinato una región con riquezas minerales que permitiera hacer frente a los gastos de organización.
CARACTERÍSTICAS REGIONALES
Al crearse el virreinato la región comprendía varias subregiones:
1)El Litoral que incluía lo que luego serían las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre ríos, Santa Fe y el sur de Córdoba, así como la Banda Oriental.
2) El Interior que estaba formado por: Tucumán (que incluía los territorios de las futuras provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y el norte de Córdoba) y Cuyo (San Juan, San Luis y Mendoza).
3) Paraguay.
4) Alto Perú en el norte, económica y culturalmente más vinculado al Perú que al Río de la Plata.
5) La Patagonia, que en realidad estaba en poder de los indios y que su único contacto con el resto del virreinato durante el periodo colonial fue el aporte de sal a través del puerto de Carmen de Patagones.
Estas regiones tenían características geográficas, económicas y poblacionales distintas y por lo tanto los intereses también eran diversos y a veces enfrentados.
EL LITORAL
Esta región, donde predominaban las llanuras con pasturas de notable calidad, se caracterizaba por la producción ganadera. Poseía además los dos únicos puertos importantes del virreinato que permitían la salida o ingreso de mercadería: Buenos Aires y Montevideo. Tenía por lo tanto “la llave” para permitir o no el comercio con el exterior del resto de las subregiones.
Era la región menos poblada del virreinato, estimándose que de la población total, unos 400 mil habitantes en 1800, sólo el 15% se encontraba en esta parte. El predominio de la producción ganadera y el desarrollo del comercio portuario, concentró la población en las ciudades y despobló la zona rural. Las únicas ciudades importantes, además de Buenos Aires y Montevideo, fueron aquellas que se establecieron en el camino por el que iban las mercaderías entre Buenos Aires y Alto Perú. En una primera etapa de su existencia el comercio del Litoral dependió de Alto Perú que era la zona más rica y con más poder de compra. Pero a medida que se fue permitiendo por la autoridades españolas el comercio de Buenos Aires y Montevideo con Europa u otras regiones de América, esta situación cambió y el Litoral se vinculó más al comercio marítimo con Europa.
El Litoral, y especialmente Buenos Aires defendía el libre comercio porque le interesaba colocar los cueros en el exterior del virreinato, y en cuanto a las importaciones, como no producía artículos de consumo manufacturados, le interesaba comprarlos donde fuera más barato. Esto último contrariaba los intereses de las regiones del Interior que se veían afectadas por la introducción de productos que ellos también producían.
EL INTERIOR
Estaba formado por Tucumán y Cuyo.
Tucumán.- La población de esta región se fue estableciendo a lo largo de la ruta de caravanas que comunicaba Buenos Aires con Alto Perú. La población blanca constituía el 30% de la población, igual cifra correspondía a la población india y el resto lo constituían negros, mestizos, mulatos y zambos. Los indígenas poseían uno de los grados de mayor evolución de la región platense y por lo tanto se les utilizó como mano de obra; el mestizaje fue abundante.
Tucumán era una zona de escala para el comercio entre Buenos Aires y Alto Perú. Una de sus principales actividades económicas era la venta de mulas. Estas se criaban en el Litoral y luego eran invernadas en Tucumán donde se las vendía, concretamente en Salta, en las ferias de febrero y marzo. La mayor cantidad de ventas se hacía hacia Alto Perú y Perú. Tucumán también era zona de artesanías. Allí se construían las famosas carretas tucumanas hechas de madera y cuero. También había producción textil, con hilados de algodón, lana y lino. En los tejidos trabajaban mujeres, siguiendo la tradición indígena con telares rudimentarios, en los que se hacían ponchos, frazadas, alfombras, lienzos, etc que se vendían no sólo en Tucumán sino en otras zonas del virreinato. También se trabajaba el cuero creandose riendas, lazos, cinchas, bozales, etc.
También se cultivaba, siendo la principal producción la caña de azúcar, la vid y el algodón, cuyos productos luego se procesaban.
Toda esta producción y su comercialización hacia otras regiones permitía a Tucumán tener un nivel de ingresos importante y durante un tiempo bastante superior a otras zonas. Pero con la apertura del comercio y el ingreso de productos europeos a través del puerto de Buenos Aires, disminuyeron las ventas, afectandose sobretodo a los tejidos. El ingreso de tejidos europeos, especialmente los ingleses, le hicieron perder el mercado del Litoral.
Cuyo.- Era una región de poca población, de la cual sólo el 10% era blanca. Su principal producción era la viña, hecha con regadío. Ya a fines del siglo XVI los vinos de Mendoza se vendían en Buenos Aires. También se producían frutas secas y trigo. Al igual que Tucumán, Cuyo necesitaba de las ventas al resto del virreinato para sobrevivir, pero se defendía mejor de la competencia extranjera `porque la producción de vinos europea se hacía con técnicas similares a las de esta zona, sin poder aplicarse a ella la industrialización. Inglaterra no producía vinos de la misma manera que producía textiles. Lo que si perjudicaba a los vinos cuyanos eran los costos de los fletes: era más costoso trasladar el vino desde Mendoza a Buenos Aires que desde España. Es por esto que el vino español se vendía en Buenos Aires, a fines del siglo XVIII, a 10 pesos, mientras el mendocino se vendía a 36 pesos.
ALTO PERÚ
Estaba formado por los territorios de Charcas, Potosí, Cochabamba y La Paz (actuales territorios de Bolivia) y era la región con mayor concentración de población.
Su principal producción era la minería, que se concentraba en el cerro de Potosí y en Oruro. Pero a fines del siglo XVIII, luego de que España extrajera una impresionante cantidad de plata, la producción había decaído, y de 2000 kilos de material extraído no se llegaba a obtener un kilo de plata. A pesar de ello igual se extraían por año unos 60 mil kilos de plata.
La importancia económica del Alto Perú para el virreinato del Río de la Plata era indiscutible por el aporte económico que hacía en metales preciosos y porque era un importante mercado de consumo de la producción de las demás subregiones. Allí se vendían las mulas, los tejidos y los cueros de Tucumán, los vinos de Cuyo. También tenía comercio con Buenos Aires, ya que los productos que se necesitaban en Alto Perú y que no eran producidos en la zona, se compraban en España e ingresaban por aquel puerto.
Pero la decadencia minera alto peruana y el creciente interés de Buenos Aires por las exportaciones de cueros y carnes saladas hacia el exterior del virreinato, llevaron a desinteresarse por la zona que mantuvo lazos cada vez más estrechos con el Perú.
PARAGUAY
Esta región, con mucha población indígena y mestiza, producía principalmente yerba mate y tabaco, ambos de gran consumo en el Río de la Plata. Como no había otra región que se dedicara a esta producción, no tenía competencia. Pero el estado, atento al gran consumo de yerba y tabaco, aprovechaba esto para ponerle fuertes impuestos.
Una crónica de la época al referirse al consumo de mate expresaba: “Desde el esclavo negro hasta el más noble caballero lo usan. Si llega un huésped, aunque sea a una vil choza o rancho, se le da mate. Si está cansado, mate para descansar; si sudado, mate para desudar; si sediento, mate para despabilar el sueño, si con la cabeza cargada, mate para descargarla; si con el estómago descompuesto, mate para que lo componga”.
De esos impuestos casi nada quedaba en Paraguay, yendo a financiar fortificaciones y gastos de guerra.
Los productos paraguayos eran trasladados por el río Paraná y debían ser descargados en Santa Fe, donde eran recargados en carretas para ser distribuidos en el resto de las regiones. Esto beneficiaba a los santafecinos que revendían los productos. Por esta razón y por los impuestos los paraguayos reiteraron reclamos a las autoridades.
Además de los dos productos señalados, Paraguay producía algodón y realizaba tejidos para su propia población; también cultivaba los productos que consumía. También tenía madera y algo de ganado. Por estas razones Paraguay estaba en condiciones de autoabastecerse, no necesitando de la producción de otras regiones ni de afuera del virreinato. Sólo necesitaba mantener los mercados dentro del virreinato para vender la yerba y el tabaco.
LA CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE LA BANDA ORIENTAL
Durante las primeras etapas de la conquista del Río de la Plata, el territorio de la Banda Oriental fue dejado de lado. Como el interés estaba concentrado en obtener las riquezas minerales que se encontraban en el interior del continente, las expediciones se dirigieron hacia la zona norte. Cuando las ilusiones de hallar oro y plata se perdieron, y comienza la colonización desde Asunción hacia la costa, hay algún interés por establecer avanzadas colonizadas en esta banda.
Pero la colonización va a ser tardía y va estar caracterizada por lo siguiente:
1) Primero se formó una fuente de riqueza, la ganadería, y después recién llegaron los colonos.
2) La Banda Oriental era una zona de frontera entre posesiones españolas y portuguesas y su colonización estuvo determinada por esta situación.
Los primeros intentos de establecer poblaciones fueron las fundaciones de San Juan (1542) y San Salvador (1573). Ambas terminaron en fracaso ya que los habitantes, cansados de penurias y sin auxilios desde el exterior las abandonaron al poco tiempo de fundadas.
Después de la refundación de Buenos Aires, en 1580, la situación parecía más propicia para levantar poblaciones o guarniciones que sirvieran de protección a aquel de este lado del Río de la Plata. El gobernador de Asunción, Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), fue uno de los primeros que vio las bondades del territorio oriental y trató de interesar al gobierno español sobre la necesidad de colonizarlo. El propio Hernandarias, en 1607, dirigió una expedición que recorrió parte del territorio oriental y las costas de los ríos Uruguay y de la Plata. Insistió en sus comunicaciones con España en la necesidad de colonizar el territorio pero no tuvo respuesta.
Fueron necesarias dos circunstancias para que la Banda Oriental despertara el interés de los colonos y de la corona: la explotación del ganado y la amenaza portuguesa.
INTRODUCCIÓN DE LA GANADERÍA
La introducción de ganado a territorio oriental se atribuye a Hernandarias, quien habría dispuesto el traslado de animales desde el territorio de Buenos Aires. Los primeros ganados se introdujeron en la isla del Vizcaíno en 1611 y en San Gabriel en 1617. Poco después también se produce la introducción de ganado desde las Misiones Jesuíticas ubicadas en el norte de la Banda. Las buenas condiciones del suelo y las pasturas abundantes permitieron la rápida multiplicación del ganado.
La riqueza ganadera determinó la llegada de gente de distinta procedencia que, con el tiempo fue creando una población flotante cuya vida estaba unida a la faena ganadera y el comercio de cueros. Los principales lugares de procedencia eran Buenos Aires y Santa Fe donde, a comienzos del siglo XVIII, el ganado comenzó a escasear por las grandes matanzas que se realizaban.
A los vecinos de aquellas ciudades que quisieran apropiarse de ganado de la Banda Oriental se les daba una autorización y cruzaban el río Uruguay, buscaban el ganado y lo arreaban hacia la otra orilla del río. Se trataba en general de estancieros que utilizaban el territorio oriental como abastecimiento de sus estancias. También desde las Misiones Jesuíticas se venía a buscar ganado y a veces se producían conflictos con los santafecinos y bonaerenses.
Además de éstas vaquerías autorizadas para llevar ganado en pie, se fue haciendo cada vez más común la matanza sin permiso del ganado. Como la conducción de ganado hacia la otra orilla exigía muchos personal, tiempo y dinero, se prefería juntarlo en alguna rinconada natural y matarlo para cuerearlo allí mismo.
A las costas del Atlántico llegaban barcos de diversas procedencias que se abastecían de agua dulce y también se interesaron por el comercio de cueros. Bajaban a tierra, mataban animales, establecían campamentos donde secaban los cueros y luego se marchaban a venderlos a Europa. También se realizaban incursiones de los mamelucos, nombre que se les daba a los mestizos de San Pablo, territorio portugués, que arreaban ganado hacia el norte.
Así, con los que hacían matanzas ilegales de ganado y con los que iban quedando de las vaquerías, la campaña se iba poblando. A estos pobladores se fueron sumando desertores de los ejércitos portugueses y españoles. Y además se encontraban los indígenas.
LA PRESENCIA PORTUGUESA
Portugal, desde que comenzó la colonización de Brasil, demostró interés en ocupar más territorio que el que le correspondía de acuerdo con el Tratado de Tordesillas. Aprovechando que los españoles se desinteresaron por los territorios sudamericanos sobre el Atlántico ya que estaban volcados a la conquista de las tierras con riquezas en oro y plata como era Perú, los portugueses fueron expandiendo sus posesiones. Al dirigirse hacia el sur concibieron la idea de que su limite con las posesiones españolas debía ser un accidente geográfico y no una linea imaginaria y ese accidente geográfico podía ser el Río de la Plata. Por lo tanto la Banda Oriental quedaría dentro de su territorio.
Con este propósito en 1680 fundaron la Nova Colonia del Sacramento donde se unen el río Uruguay y el río de la Plata frente a Buenos Aires. En ese momento la Banda Oriental aún no había sido poblada por los españoles.
Las autoridades hispánicas no podían aceptar la situación porque de hacerlo estarían entregando a Portugal un vasto territorio que era además la llave de salida de la cuenca platense. La Colonia portuguesa, además, hacía peligrar el mantenimiento del sistema monopólico español en el sur de América, ya que, por su cercanía con Buenos Aires, se transformaría en fuente de contrabando.
Por estas razones se procedió a desalojar a la Colonia por la fuerza. A partir de ese momento se sucedieron las luchas entre españoles y portugueses por el territorio de la Banda Oriental durante casi un siglo. Los españoles triunfaban en la guerra, pero luego los portugueses, hábiles diplomáticos y contando con el apoyo de Inglaterra, obtenían de vuelta la Colonia en los acuerdos de paz.
La situación de conflicto permanente entre España y Portugal fue dando mayor importancia a la región de la Banda Oriental que era una de las zonas disputadas.
FUNDACIÓN DE MONTEVIDEO
Desde que los portugueses fundaron Colonia, las autoridades españolas proyectaron el establecimiento de un centro poblado en la bahía de Montevideo. El peligro de extensión portuguesa sobre la zona era cada vez mayor y podían establecer nuevas ciudades como Colonia.
A partir de 1715 se suceden las comunicaciones del gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, dirigidas a las autoridades residentes en España, planteando la necesidad de erigir fortificaciones y poblar lugares como Montevideo y Maldonado para evitar que fueran ocupados primero por los portugueses y además para que sirviera de puntos de vigilancia. En 1724 la amenaza de instalación portuguesa en la bahía de Montevideo pareció concretarse, al avistarse allí embarcaciones de aquel país con intención de desembarcar. Enterado de la situación , Zabala actuó con urgencia y dirigió una expedición militar desde Buenos Aires para impedir el asentamiento de los portugueses. Estos, impresionados por el despliegue de fuerzas españolas, se retiraron. Zabala dejó una guarnición en el lugar y ordenó que se delineara el plano de la ciudad a levantar allí.
Entre 1724 y 1726 fueron llegando los primeros pobladores civiles de la ciudad procedentes de Buenos Aires. Pero el desinterés demostrado por la población de aquella ciudad para trasladarse a poblar Montevideo, dio origen al plan para traer pobladores directamente desde España. El estado español contrató al comerciante Francisco de Alzaybar para que se encargara de traer colonos procedentes de las Islas Canarias. Las primeras familias canarias llegaron en noviembre de 1726.
El capitán Pedro Millán se encargó de empadronar a los pobladores y fijar los límites hasta donde llegaba la autoridad de la ciudad. Estos llegaban por el oeste hasta el arroyo Cufré, por el norte hasta las nacientes de los ríos Santa Lucía y San José y por el este hasta las sierras de Maldonado. Abarcaba los actuales departamentos de Montevideo, Canelones y San José y parte de Flores, Florida, Maldonado y Lavalleja. El resto del territorio oriental hasta el río Negro quedaba bajo jurisdicción de Buenos Aires y el norte del río Negro dependía de la gobernación de Yapeyú.
La planificación de la ciudad preveía la existencia de 32 manzanas cuyos solares se repartieron entre los vecinos para que construyeran sus viviendas. A cada vecino se le entregaba un solar, una chacra en los alrededores de la ciudad y una estancia. Las chacras se establecieron sobre el arroyo Miguelete y las primeras estancias estaban ubicadas sobre los arroyos Carrasco y Pando. Una parte de las tierras se dejaban para el pastoreo común de los animales (las dehesas) y otras para beneficio del Cabildo (las tierras de propios).
En 1730, aumentada la población con más familias que habían llegado de las islas Canarias, se designaron por parte de Zabala los miembros del primer Cabildo de Montevideo. Este era la autoridad máxima de la ciudad (aun no había un gobernador de Montevideo) pero desde el comienzo de su actuación tuvo choques con el comandante militar que dependía directamente del gobernador de Buenos Aires. No hay que olvidar el carácter estratégico que se le daba a Montevideo en el intento de defender estos territorios del avance portugués, por lo tanto se tendía a subordinar la vida civil a la autoridad y disciplina militar.
Tratando de solucionar estos enfrentamientos entre el Cabildo y los comandantes militares, el gobierno español decidió, en 1749, la creación de la gobernación de Montevideo, designándose como primer gobernador a José Joaquín de Viana. Esto le daba cierta autonomía a Montevideo, aunque, en ciertos asuntos importantes el gobernador dependía de las autoridades regionales con sede en Buenos Aires.
CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DEL RÍO DE LA PLATA
La conquista y colonización de la región del Río de la Plata presentan algunas características distintas a la de otros territorios americanos:
1) No existían grandes civilizaciones indígenas, ni riquezas en metales preciosos como en México o Perú y por lo tanto la conquista no presenta la espectacularidad y la colonización no tuvo el estímulo de otras regiones.
2) Por lo dicho anteriormente las corrientes colonizadoras fueron más modestas y más lentas en sus llegadas a la zona.
3) La conquista y colonización fue posterior a la México y Perú permitiendo contar con la experiencia realizada en estos lugares.
4) La vecindad de las posesiones portuguesas influyó en el proceso de colonización, incluso fue uno de los hechos que decidió el interés del estado español por poblar y organizar la región.
ETAPAS
LOS PRIMEROS PASOS
El esfuerzo de los conquistadores, desde el momento inicial con la llegada de Pedro de Mendoza como Primer Adelantado, se orientó hacia el norte en busca de riquezas. En 1534 había llegado a España el primer cargamento de oro y plata procedente del Perú creando una gran conmoción. Por otra parte la monarquía tenía informaciones sobre los preparativos de una expedición portuguesa que se dirigiría hacia América. Estos hechos apuraron el envío de la expedición de Pedro de Mendoza quien al llegar al Río de la Plata, en 1536, funda la ciudad de Santa María del Buen Aire donde deja una guarnición y marcha hacia el norte por el río Paraná. En la confluencia de este río con el río Paraguay los españoles fundaron Nuestra Señora de la Asunción (1537) que sería, por casi un siglo, el principal centro de conquista de la zona. Buenos Aires fue abandonada por sus pobladores que, hostilizados por los indígenas del lugar, se trasladaron a Asunción.
Asunción quedó aislada en el interior del continente sin otra comunicación que la que podía hacerse a través de los ríos Paraguay y Paraná o atravesando el territorio brasileño para llegar a la costa atlántica. En sus primeros años, Asunción tuvo muy pocos habitantes. Estos fueron aumentando con la llegada de nuevas expediciones de conquista pero sobretodo el aumento se dio por el intenso mestizaje de los españoles con los indígenas guaraníes. Los guaraníes establecieron una convivencia pacífica con los españoles, quienes tomaron para sí a las mujeres indígenas en forma tal que se le llamaba a Paraguay “el paraíso de Mahoma”. En poco tiempo la población mestiza se multiplico por doce.
El oro y la plata, tan ansiosamente buscados, nunca aparecieron. En cambio, el suelo era fértil y apto para la agricultura, realizandose cultivos de maíz, frijoles, cebada, trigo, algodón y caña de azúcar, además de yerba mate que habría de constituirse en elemento fundamental para el comercio.
LA COLONIZACIÓN DESDE EL INTERIOR
Contrariamente a los sucedido con el resto de la conquista, la colonización de la región del Río de la Plata se realizó desde el interior hacia la costa y no sede esta hacia el interior.
Al abandonarse la guarnición de Buenos Aires fundada originalmente por Mendoza, la colonización se concentró en Asunción. Desde esta partieron las expediciones hacia otros lugares. Cuando los asunceños se percataron de la región de los metales preciosos estaba fuera de su jurisdicción y correspondía a Perú, abandonaron las marchas hacia el norte y se dirigieron hacia el sur, siguiendo el río Paraná. De esta manera buscaron la forma de tener un lugar en la costa que permitiera una mejor comunicación con España. La figura de representativa de esta política colonizadora fue Juan de Garay quien, en 1580, procedió a refundar Buenos Aires. La comunicación entre ésta y Asunción quedó asegurada con villas que se fueron creando entre ambas: Santa Fe, Concepción y Corrientes.
Por otro lado desde el norte, desde Perú, se fueron estableciendo poblaciones españolas en la zona de Tucumán y Cuyo. Era una forma de dar salida a la gran cantidad de personas que se trasladaban desde España a Perú buscando las riquezas fáciles y que eran un factor de perturbación. Como Tucumán y Cuyo tenía indígenas con los que se podía convivir y podían ser introducidos al sistema de trabajo impuesto por los españoles, la zona comenzó a tener rápido desarrollo y se fueron colonizando las zonas vecinas.
De esta manera, partiendo de Asunción, Tucumán y Cuyo, se fueron creando una quincena de pueblos de no más de cien habitantes cada uno.
LA CREACIÓN DE LAS GOBERNACIONES
Cuando el gobierno español organizó a la región rioplatense en gobernaciones, estas dependieron durante un buen tiempo del virreinato del Perú. De acuerdo a las características geográficas y forma en que se fueron colonizando, se distinguían claramente diversas sub-regiones y de acuerdo a ellas se establecieron las gobernaciones: Tucumán, Cuyo y Río de la Plata . Esta última luego fue dividida en dos gobernaciones: la del Río de la Plata y la de Paraguay (1617). Claramente se distinguían las regiones del interior norte, Tucumán y Cuyo, como las más pobladas y desarrolladas económicamente, de la región de la costa atlántica, el litoral (gobernación del Río de la Plata propiamente dicha) que se colonizó más tarde. Pero ésta última se desarrolló rápidamente y su principal ciudad, Buenos Aires, empezó a ser la ciudad más importante de la región. Dos son las principales razones de este acelerado crecimiento económico y social: su importancia estratégica por la cercanía de las posesiones portuguesas y la riqueza ganadera que va a desarrollarse junto al aumento de la demanda de cueros desde Europa.
LA CREACIÓN DEL VIRREINATO
Causas de su creación.-
La creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, y su consiguiente separación del Perú, se debió a diversos motivos:
1) En lo económico, el Río de la Plata se había constituido en una unidad cuyo centro principal era la ciudad-puerto de Buenos Aires, cuyos intereses eran distintos a los de Lima. No era lógico que estas regiones dependieran enteramente de resoluciones tomadas por las autoridades y comerciantes peruanos.
2) En lo administrativo, la extensión de los territorios rioplatenses hacían difícil su control desde Lima, especialmente las costas atlánticas expuestas a los desembarcos clandestinos de embarcaciones de otros países.
3) En lo estratégico, era necesario jerarquizar la autoridad y mejorar la defensa de la parte sur del continente americano que era codiciada por portugueses e ingleses. La amenaza portuguesa se observaba en sus permanentes avances sobre la Banda Oriental. La amenaza inglesa se manifestaba en sus intentos de establecerse en las Malvinas y la Patagonia. Para impedir esos intentos era necesario crear en el Río de la Plata un fuerte centro de autoridad que pudiera actuar en cualquier situación de emergencia.
La expedición de Cevallos.-
Las autoridades españolas estaban convencidas de que debían actuar enérgicamente contra las incursiones portuguesas, pero temían que esto provocara un conflicto con Inglaterra que era aliada de aquellos. En 1776 se presentó la ocasión propicia, ya que Inglaterra estaba muy ocupada a raíz de la revolución de sus colonias en América del Norte. España decidió realizar una acción decisiva contra los portuguesas establecidos en la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental, tan rápida que no diera tiempo para una intervención de Inglaterra.
En agosto de 1776 el Rey Carlos III designó a Pedro Cevallos (ex-gobernador de Buenos Aires) como jefe de la expedición militar y como Virrey del Río de la Plata. La expedición culminó exitosamente para España con la destrucción de la Colonia del Sacramento y la firma del Tratado de San Ildefonso que establecía los limites entre las posesiones españolas y portuguesas.
Organización del Virreinato.-
El nuevo Virreinato creado comprendía las gobernaciones de Buenos Aires, Tucumán, Paraguay y Cuyo, así como el territorio gobernado por la Real Audiencia de Charcas (Alto Perú). En términos actuales abarcaba los territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y algunas partes menores de Brasil, Perú y Chile. La inclusión de Alto Perú (actual Bolivia), dispuesta pese a las protestas de los comerciantes de Perú, se hizo para dar al nuevo virreinato una región con riquezas minerales que permitiera hacer frente a los gastos de organización.
CARACTERÍSTICAS REGIONALES
Al crearse el virreinato la región comprendía varias subregiones:
1)El Litoral que incluía lo que luego serían las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre ríos, Santa Fe y el sur de Córdoba, así como la Banda Oriental.
2) El Interior que estaba formado por: Tucumán (que incluía los territorios de las futuras provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y el norte de Córdoba) y Cuyo (San Juan, San Luis y Mendoza).
3) Paraguay.
4) Alto Perú en el norte, económica y culturalmente más vinculado al Perú que al Río de la Plata.
5) La Patagonia, que en realidad estaba en poder de los indios y que su único contacto con el resto del virreinato durante el periodo colonial fue el aporte de sal a través del puerto de Carmen de Patagones.
Estas regiones tenían características geográficas, económicas y poblacionales distintas y por lo tanto los intereses también eran diversos y a veces enfrentados.
EL LITORAL
Esta región, donde predominaban las llanuras con pasturas de notable calidad, se caracterizaba por la producción ganadera. Poseía además los dos únicos puertos importantes del virreinato que permitían la salida o ingreso de mercadería: Buenos Aires y Montevideo. Tenía por lo tanto “la llave” para permitir o no el comercio con el exterior del resto de las subregiones.
Era la región menos poblada del virreinato, estimándose que de la población total, unos 400 mil habitantes en 1800, sólo el 15% se encontraba en esta parte. El predominio de la producción ganadera y el desarrollo del comercio portuario, concentró la población en las ciudades y despobló la zona rural. Las únicas ciudades importantes, además de Buenos Aires y Montevideo, fueron aquellas que se establecieron en el camino por el que iban las mercaderías entre Buenos Aires y Alto Perú. En una primera etapa de su existencia el comercio del Litoral dependió de Alto Perú que era la zona más rica y con más poder de compra. Pero a medida que se fue permitiendo por la autoridades españolas el comercio de Buenos Aires y Montevideo con Europa u otras regiones de América, esta situación cambió y el Litoral se vinculó más al comercio marítimo con Europa.
El Litoral, y especialmente Buenos Aires defendía el libre comercio porque le interesaba colocar los cueros en el exterior del virreinato, y en cuanto a las importaciones, como no producía artículos de consumo manufacturados, le interesaba comprarlos donde fuera más barato. Esto último contrariaba los intereses de las regiones del Interior que se veían afectadas por la introducción de productos que ellos también producían.
EL INTERIOR
Estaba formado por Tucumán y Cuyo.
Tucumán.- La población de esta región se fue estableciendo a lo largo de la ruta de caravanas que comunicaba Buenos Aires con Alto Perú. La población blanca constituía el 30% de la población, igual cifra correspondía a la población india y el resto lo constituían negros, mestizos, mulatos y zambos. Los indígenas poseían uno de los grados de mayor evolución de la región platense y por lo tanto se les utilizó como mano de obra; el mestizaje fue abundante.
Tucumán era una zona de escala para el comercio entre Buenos Aires y Alto Perú. Una de sus principales actividades económicas era la venta de mulas. Estas se criaban en el Litoral y luego eran invernadas en Tucumán donde se las vendía, concretamente en Salta, en las ferias de febrero y marzo. La mayor cantidad de ventas se hacía hacia Alto Perú y Perú. Tucumán también era zona de artesanías. Allí se construían las famosas carretas tucumanas hechas de madera y cuero. También había producción textil, con hilados de algodón, lana y lino. En los tejidos trabajaban mujeres, siguiendo la tradición indígena con telares rudimentarios, en los que se hacían ponchos, frazadas, alfombras, lienzos, etc que se vendían no sólo en Tucumán sino en otras zonas del virreinato. También se trabajaba el cuero creandose riendas, lazos, cinchas, bozales, etc.
También se cultivaba, siendo la principal producción la caña de azúcar, la vid y el algodón, cuyos productos luego se procesaban.
Toda esta producción y su comercialización hacia otras regiones permitía a Tucumán tener un nivel de ingresos importante y durante un tiempo bastante superior a otras zonas. Pero con la apertura del comercio y el ingreso de productos europeos a través del puerto de Buenos Aires, disminuyeron las ventas, afectandose sobretodo a los tejidos. El ingreso de tejidos europeos, especialmente los ingleses, le hicieron perder el mercado del Litoral.
Cuyo.- Era una región de poca población, de la cual sólo el 10% era blanca. Su principal producción era la viña, hecha con regadío. Ya a fines del siglo XVI los vinos de Mendoza se vendían en Buenos Aires. También se producían frutas secas y trigo. Al igual que Tucumán, Cuyo necesitaba de las ventas al resto del virreinato para sobrevivir, pero se defendía mejor de la competencia extranjera `porque la producción de vinos europea se hacía con técnicas similares a las de esta zona, sin poder aplicarse a ella la industrialización. Inglaterra no producía vinos de la misma manera que producía textiles. Lo que si perjudicaba a los vinos cuyanos eran los costos de los fletes: era más costoso trasladar el vino desde Mendoza a Buenos Aires que desde España. Es por esto que el vino español se vendía en Buenos Aires, a fines del siglo XVIII, a 10 pesos, mientras el mendocino se vendía a 36 pesos.
ALTO PERÚ
Estaba formado por los territorios de Charcas, Potosí, Cochabamba y La Paz (actuales territorios de Bolivia) y era la región con mayor concentración de población.
Su principal producción era la minería, que se concentraba en el cerro de Potosí y en Oruro. Pero a fines del siglo XVIII, luego de que España extrajera una impresionante cantidad de plata, la producción había decaído, y de 2000 kilos de material extraído no se llegaba a obtener un kilo de plata. A pesar de ello igual se extraían por año unos 60 mil kilos de plata.
La importancia económica del Alto Perú para el virreinato del Río de la Plata era indiscutible por el aporte económico que hacía en metales preciosos y porque era un importante mercado de consumo de la producción de las demás subregiones. Allí se vendían las mulas, los tejidos y los cueros de Tucumán, los vinos de Cuyo. También tenía comercio con Buenos Aires, ya que los productos que se necesitaban en Alto Perú y que no eran producidos en la zona, se compraban en España e ingresaban por aquel puerto.
Pero la decadencia minera alto peruana y el creciente interés de Buenos Aires por las exportaciones de cueros y carnes saladas hacia el exterior del virreinato, llevaron a desinteresarse por la zona que mantuvo lazos cada vez más estrechos con el Perú.
PARAGUAY
Esta región, con mucha población indígena y mestiza, producía principalmente yerba mate y tabaco, ambos de gran consumo en el Río de la Plata. Como no había otra región que se dedicara a esta producción, no tenía competencia. Pero el estado, atento al gran consumo de yerba y tabaco, aprovechaba esto para ponerle fuertes impuestos.
Una crónica de la época al referirse al consumo de mate expresaba: “Desde el esclavo negro hasta el más noble caballero lo usan. Si llega un huésped, aunque sea a una vil choza o rancho, se le da mate. Si está cansado, mate para descansar; si sudado, mate para desudar; si sediento, mate para despabilar el sueño, si con la cabeza cargada, mate para descargarla; si con el estómago descompuesto, mate para que lo componga”.
De esos impuestos casi nada quedaba en Paraguay, yendo a financiar fortificaciones y gastos de guerra.
Los productos paraguayos eran trasladados por el río Paraná y debían ser descargados en Santa Fe, donde eran recargados en carretas para ser distribuidos en el resto de las regiones. Esto beneficiaba a los santafecinos que revendían los productos. Por esta razón y por los impuestos los paraguayos reiteraron reclamos a las autoridades.
Además de los dos productos señalados, Paraguay producía algodón y realizaba tejidos para su propia población; también cultivaba los productos que consumía. También tenía madera y algo de ganado. Por estas razones Paraguay estaba en condiciones de autoabastecerse, no necesitando de la producción de otras regiones ni de afuera del virreinato. Sólo necesitaba mantener los mercados dentro del virreinato para vender la yerba y el tabaco.
LA CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE LA BANDA ORIENTAL
Durante las primeras etapas de la conquista del Río de la Plata, el territorio de la Banda Oriental fue dejado de lado. Como el interés estaba concentrado en obtener las riquezas minerales que se encontraban en el interior del continente, las expediciones se dirigieron hacia la zona norte. Cuando las ilusiones de hallar oro y plata se perdieron, y comienza la colonización desde Asunción hacia la costa, hay algún interés por establecer avanzadas colonizadas en esta banda.
Pero la colonización va a ser tardía y va estar caracterizada por lo siguiente:
1) Primero se formó una fuente de riqueza, la ganadería, y después recién llegaron los colonos.
2) La Banda Oriental era una zona de frontera entre posesiones españolas y portuguesas y su colonización estuvo determinada por esta situación.
Los primeros intentos de establecer poblaciones fueron las fundaciones de San Juan (1542) y San Salvador (1573). Ambas terminaron en fracaso ya que los habitantes, cansados de penurias y sin auxilios desde el exterior las abandonaron al poco tiempo de fundadas.
Después de la refundación de Buenos Aires, en 1580, la situación parecía más propicia para levantar poblaciones o guarniciones que sirvieran de protección a aquel de este lado del Río de la Plata. El gobernador de Asunción, Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), fue uno de los primeros que vio las bondades del territorio oriental y trató de interesar al gobierno español sobre la necesidad de colonizarlo. El propio Hernandarias, en 1607, dirigió una expedición que recorrió parte del territorio oriental y las costas de los ríos Uruguay y de la Plata. Insistió en sus comunicaciones con España en la necesidad de colonizar el territorio pero no tuvo respuesta.
Fueron necesarias dos circunstancias para que la Banda Oriental despertara el interés de los colonos y de la corona: la explotación del ganado y la amenaza portuguesa.
INTRODUCCIÓN DE LA GANADERÍA
La introducción de ganado a territorio oriental se atribuye a Hernandarias, quien habría dispuesto el traslado de animales desde el territorio de Buenos Aires. Los primeros ganados se introdujeron en la isla del Vizcaíno en 1611 y en San Gabriel en 1617. Poco después también se produce la introducción de ganado desde las Misiones Jesuíticas ubicadas en el norte de la Banda. Las buenas condiciones del suelo y las pasturas abundantes permitieron la rápida multiplicación del ganado.
La riqueza ganadera determinó la llegada de gente de distinta procedencia que, con el tiempo fue creando una población flotante cuya vida estaba unida a la faena ganadera y el comercio de cueros. Los principales lugares de procedencia eran Buenos Aires y Santa Fe donde, a comienzos del siglo XVIII, el ganado comenzó a escasear por las grandes matanzas que se realizaban.
A los vecinos de aquellas ciudades que quisieran apropiarse de ganado de la Banda Oriental se les daba una autorización y cruzaban el río Uruguay, buscaban el ganado y lo arreaban hacia la otra orilla del río. Se trataba en general de estancieros que utilizaban el territorio oriental como abastecimiento de sus estancias. También desde las Misiones Jesuíticas se venía a buscar ganado y a veces se producían conflictos con los santafecinos y bonaerenses.
Además de éstas vaquerías autorizadas para llevar ganado en pie, se fue haciendo cada vez más común la matanza sin permiso del ganado. Como la conducción de ganado hacia la otra orilla exigía muchos personal, tiempo y dinero, se prefería juntarlo en alguna rinconada natural y matarlo para cuerearlo allí mismo.
A las costas del Atlántico llegaban barcos de diversas procedencias que se abastecían de agua dulce y también se interesaron por el comercio de cueros. Bajaban a tierra, mataban animales, establecían campamentos donde secaban los cueros y luego se marchaban a venderlos a Europa. También se realizaban incursiones de los mamelucos, nombre que se les daba a los mestizos de San Pablo, territorio portugués, que arreaban ganado hacia el norte.
Así, con los que hacían matanzas ilegales de ganado y con los que iban quedando de las vaquerías, la campaña se iba poblando. A estos pobladores se fueron sumando desertores de los ejércitos portugueses y españoles. Y además se encontraban los indígenas.
LA PRESENCIA PORTUGUESA
Portugal, desde que comenzó la colonización de Brasil, demostró interés en ocupar más territorio que el que le correspondía de acuerdo con el Tratado de Tordesillas. Aprovechando que los españoles se desinteresaron por los territorios sudamericanos sobre el Atlántico ya que estaban volcados a la conquista de las tierras con riquezas en oro y plata como era Perú, los portugueses fueron expandiendo sus posesiones. Al dirigirse hacia el sur concibieron la idea de que su limite con las posesiones españolas debía ser un accidente geográfico y no una linea imaginaria y ese accidente geográfico podía ser el Río de la Plata. Por lo tanto la Banda Oriental quedaría dentro de su territorio.
Con este propósito en 1680 fundaron la Nova Colonia del Sacramento donde se unen el río Uruguay y el río de la Plata frente a Buenos Aires. En ese momento la Banda Oriental aún no había sido poblada por los españoles.
Las autoridades hispánicas no podían aceptar la situación porque de hacerlo estarían entregando a Portugal un vasto territorio que era además la llave de salida de la cuenca platense. La Colonia portuguesa, además, hacía peligrar el mantenimiento del sistema monopólico español en el sur de América, ya que, por su cercanía con Buenos Aires, se transformaría en fuente de contrabando.
Por estas razones se procedió a desalojar a la Colonia por la fuerza. A partir de ese momento se sucedieron las luchas entre españoles y portugueses por el territorio de la Banda Oriental durante casi un siglo. Los españoles triunfaban en la guerra, pero luego los portugueses, hábiles diplomáticos y contando con el apoyo de Inglaterra, obtenían de vuelta la Colonia en los acuerdos de paz.
La situación de conflicto permanente entre España y Portugal fue dando mayor importancia a la región de la Banda Oriental que era una de las zonas disputadas.
FUNDACIÓN DE MONTEVIDEO
Desde que los portugueses fundaron Colonia, las autoridades españolas proyectaron el establecimiento de un centro poblado en la bahía de Montevideo. El peligro de extensión portuguesa sobre la zona era cada vez mayor y podían establecer nuevas ciudades como Colonia.
A partir de 1715 se suceden las comunicaciones del gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, dirigidas a las autoridades residentes en España, planteando la necesidad de erigir fortificaciones y poblar lugares como Montevideo y Maldonado para evitar que fueran ocupados primero por los portugueses y además para que sirviera de puntos de vigilancia. En 1724 la amenaza de instalación portuguesa en la bahía de Montevideo pareció concretarse, al avistarse allí embarcaciones de aquel país con intención de desembarcar. Enterado de la situación , Zabala actuó con urgencia y dirigió una expedición militar desde Buenos Aires para impedir el asentamiento de los portugueses. Estos, impresionados por el despliegue de fuerzas españolas, se retiraron. Zabala dejó una guarnición en el lugar y ordenó que se delineara el plano de la ciudad a levantar allí.
Entre 1724 y 1726 fueron llegando los primeros pobladores civiles de la ciudad procedentes de Buenos Aires. Pero el desinterés demostrado por la población de aquella ciudad para trasladarse a poblar Montevideo, dio origen al plan para traer pobladores directamente desde España. El estado español contrató al comerciante Francisco de Alzaybar para que se encargara de traer colonos procedentes de las Islas Canarias. Las primeras familias canarias llegaron en noviembre de 1726.
El capitán Pedro Millán se encargó de empadronar a los pobladores y fijar los límites hasta donde llegaba la autoridad de la ciudad. Estos llegaban por el oeste hasta el arroyo Cufré, por el norte hasta las nacientes de los ríos Santa Lucía y San José y por el este hasta las sierras de Maldonado. Abarcaba los actuales departamentos de Montevideo, Canelones y San José y parte de Flores, Florida, Maldonado y Lavalleja. El resto del territorio oriental hasta el río Negro quedaba bajo jurisdicción de Buenos Aires y el norte del río Negro dependía de la gobernación de Yapeyú.
La planificación de la ciudad preveía la existencia de 32 manzanas cuyos solares se repartieron entre los vecinos para que construyeran sus viviendas. A cada vecino se le entregaba un solar, una chacra en los alrededores de la ciudad y una estancia. Las chacras se establecieron sobre el arroyo Miguelete y las primeras estancias estaban ubicadas sobre los arroyos Carrasco y Pando. Una parte de las tierras se dejaban para el pastoreo común de los animales (las dehesas) y otras para beneficio del Cabildo (las tierras de propios).
En 1730, aumentada la población con más familias que habían llegado de las islas Canarias, se designaron por parte de Zabala los miembros del primer Cabildo de Montevideo. Este era la autoridad máxima de la ciudad (aun no había un gobernador de Montevideo) pero desde el comienzo de su actuación tuvo choques con el comandante militar que dependía directamente del gobernador de Buenos Aires. No hay que olvidar el carácter estratégico que se le daba a Montevideo en el intento de defender estos territorios del avance portugués, por lo tanto se tendía a subordinar la vida civil a la autoridad y disciplina militar.
Tratando de solucionar estos enfrentamientos entre el Cabildo y los comandantes militares, el gobierno español decidió, en 1749, la creación de la gobernación de Montevideo, designándose como primer gobernador a José Joaquín de Viana. Esto le daba cierta autonomía a Montevideo, aunque, en ciertos asuntos importantes el gobernador dependía de las autoridades regionales con sede en Buenos Aires.
CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DEL RÍO DE LA PLATA
La conquista y colonización de la región del Río de la Plata presentan algunas características distintas a la de otros territorios americanos:
1) No existían grandes civilizaciones indígenas, ni riquezas en metales preciosos como en México o Perú y por lo tanto la conquista no presenta la espectacularidad y la colonización no tuvo el estímulo de otras regiones.
2) Por lo dicho anteriormente las corrientes colonizadoras fueron más modestas y más lentas en sus llegadas a la zona.
3) La conquista y colonización fue posterior a la México y Perú permitiendo contar con la experiencia realizada en estos lugares.
4) La vecindad de las posesiones portuguesas influyó en el proceso de colonización, incluso fue uno de los hechos que decidió el interés del estado español por poblar y organizar la región.
ETAPAS
LOS PRIMEROS PASOS
El esfuerzo de los conquistadores, desde el momento inicial con la llegada de Pedro de Mendoza como Primer Adelantado, se orientó hacia el norte en busca de riquezas. En 1534 había llegado a España el primer cargamento de oro y plata procedente del Perú creando una gran conmoción. Por otra parte la monarquía tenía informaciones sobre los preparativos de una expedición portuguesa que se dirigiría hacia América. Estos hechos apuraron el envío de la expedición de Pedro de Mendoza quien al llegar al Río de la Plata, en 1536, funda la ciudad de Santa María del Buen Aire donde deja una guarnición y marcha hacia el norte por el río Paraná. En la confluencia de este río con el río Paraguay los españoles fundaron Nuestra Señora de la Asunción (1537) que sería, por casi un siglo, el principal centro de conquista de la zona. Buenos Aires fue abandonada por sus pobladores que, hostilizados por los indígenas del lugar, se trasladaron a Asunción.
Asunción quedó aislada en el interior del continente sin otra comunicación que la que podía hacerse a través de los ríos Paraguay y Paraná o atravesando el territorio brasileño para llegar a la costa atlántica. En sus primeros años, Asunción tuvo muy pocos habitantes. Estos fueron aumentando con la llegada de nuevas expediciones de conquista pero sobretodo el aumento se dio por el intenso mestizaje de los españoles con los indígenas guaraníes. Los guaraníes establecieron una convivencia pacífica con los españoles, quienes tomaron para sí a las mujeres indígenas en forma tal que se le llamaba a Paraguay “el paraíso de Mahoma”. En poco tiempo la población mestiza se multiplico por doce.
El oro y la plata, tan ansiosamente buscados, nunca aparecieron. En cambio, el suelo era fértil y apto para la agricultura, realizandose cultivos de maíz, frijoles, cebada, trigo, algodón y caña de azúcar, además de yerba mate que habría de constituirse en elemento fundamental para el comercio.
LA COLONIZACIÓN DESDE EL INTERIOR
Contrariamente a los sucedido con el resto de la conquista, la colonización de la región del Río de la Plata se realizó desde el interior hacia la costa y no sede esta hacia el interior.
Al abandonarse la guarnición de Buenos Aires fundada originalmente por Mendoza, la colonización se concentró en Asunción. Desde esta partieron las expediciones hacia otros lugares. Cuando los asunceños se percataron de la región de los metales preciosos estaba fuera de su jurisdicción y correspondía a Perú, abandonaron las marchas hacia el norte y se dirigieron hacia el sur, siguiendo el río Paraná. De esta manera buscaron la forma de tener un lugar en la costa que permitiera una mejor comunicación con España. La figura de representativa de esta política colonizadora fue Juan de Garay quien, en 1580, procedió a refundar Buenos Aires. La comunicación entre ésta y Asunción quedó asegurada con villas que se fueron creando entre ambas: Santa Fe, Concepción y Corrientes.
Por otro lado desde el norte, desde Perú, se fueron estableciendo poblaciones españolas en la zona de Tucumán y Cuyo. Era una forma de dar salida a la gran cantidad de personas que se trasladaban desde España a Perú buscando las riquezas fáciles y que eran un factor de perturbación. Como Tucumán y Cuyo tenía indígenas con los que se podía convivir y podían ser introducidos al sistema de trabajo impuesto por los españoles, la zona comenzó a tener rápido desarrollo y se fueron colonizando las zonas vecinas.
De esta manera, partiendo de Asunción, Tucumán y Cuyo, se fueron creando una quincena de pueblos de no más de cien habitantes cada uno.
LA CREACIÓN DE LAS GOBERNACIONES
Cuando el gobierno español organizó a la región rioplatense en gobernaciones, estas dependieron durante un buen tiempo del virreinato del Perú. De acuerdo a las características geográficas y forma en que se fueron colonizando, se distinguían claramente diversas sub-regiones y de acuerdo a ellas se establecieron las gobernaciones: Tucumán, Cuyo y Río de la Plata . Esta última luego fue dividida en dos gobernaciones: la del Río de la Plata y la de Paraguay (1617). Claramente se distinguían las regiones del interior norte, Tucumán y Cuyo, como las más pobladas y desarrolladas económicamente, de la región de la costa atlántica, el litoral (gobernación del Río de la Plata propiamente dicha) que se colonizó más tarde. Pero ésta última se desarrolló rápidamente y su principal ciudad, Buenos Aires, empezó a ser la ciudad más importante de la región. Dos son las principales razones de este acelerado crecimiento económico y social: su importancia estratégica por la cercanía de las posesiones portuguesas y la riqueza ganadera que va a desarrollarse junto al aumento de la demanda de cueros desde Europa.
LA CREACIÓN DEL VIRREINATO
Causas de su creación.-
La creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, y su consiguiente separación del Perú, se debió a diversos motivos:
1) En lo económico, el Río de la Plata se había constituido en una unidad cuyo centro principal era la ciudad-puerto de Buenos Aires, cuyos intereses eran distintos a los de Lima. No era lógico que estas regiones dependieran enteramente de resoluciones tomadas por las autoridades y comerciantes peruanos.
2) En lo administrativo, la extensión de los territorios rioplatenses hacían difícil su control desde Lima, especialmente las costas atlánticas expuestas a los desembarcos clandestinos de embarcaciones de otros países.
3) En lo estratégico, era necesario jerarquizar la autoridad y mejorar la defensa de la parte sur del continente americano que era codiciada por portugueses e ingleses. La amenaza portuguesa se observaba en sus permanentes avances sobre la Banda Oriental. La amenaza inglesa se manifestaba en sus intentos de establecerse en las Malvinas y la Patagonia. Para impedir esos intentos era necesario crear en el Río de la Plata un fuerte centro de autoridad que pudiera actuar en cualquier situación de emergencia.
La expedición de Cevallos.-
Las autoridades españolas estaban convencidas de que debían actuar enérgicamente contra las incursiones portuguesas, pero temían que esto provocara un conflicto con Inglaterra que era aliada de aquellos. En 1776 se presentó la ocasión propicia, ya que Inglaterra estaba muy ocupada a raíz de la revolución de sus colonias en América del Norte. España decidió realizar una acción decisiva contra los portuguesas establecidos en la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental, tan rápida que no diera tiempo para una intervención de Inglaterra.
En agosto de 1776 el Rey Carlos III designó a Pedro Cevallos (ex-gobernador de Buenos Aires) como jefe de la expedición militar y como Virrey del Río de la Plata. La expedición culminó exitosamente para España con la destrucción de la Colonia del Sacramento y la firma del Tratado de San Ildefonso que establecía los limites entre las posesiones españolas y portuguesas.
Organización del Virreinato.-
El nuevo Virreinato creado comprendía las gobernaciones de Buenos Aires, Tucumán, Paraguay y Cuyo, así como el territorio gobernado por la Real Audiencia de Charcas (Alto Perú). En términos actuales abarcaba los territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y algunas partes menores de Brasil, Perú y Chile. La inclusión de Alto Perú (actual Bolivia), dispuesta pese a las protestas de los comerciantes de Perú, se hizo para dar al nuevo virreinato una región con riquezas minerales que permitiera hacer frente a los gastos de organización.
CARACTERÍSTICAS REGIONALES
Al crearse el virreinato la región comprendía varias subregiones:
1)El Litoral que incluía lo que luego serían las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre ríos, Santa Fe y el sur de Córdoba, así como la Banda Oriental.
2) El Interior que estaba formado por: Tucumán (que incluía los territorios de las futuras provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y el norte de Córdoba) y Cuyo (San Juan, San Luis y Mendoza).
3) Paraguay.
4) Alto Perú en el norte, económica y culturalmente más vinculado al Perú que al Río de la Plata.
5) La Patagonia, que en realidad estaba en poder de los indios y que su único contacto con el resto del virreinato durante el periodo colonial fue el aporte de sal a través del puerto de Carmen de Patagones.
Estas regiones tenían características geográficas, económicas y poblacionales distintas y por lo tanto los intereses también eran diversos y a veces enfrentados.
EL LITORAL
Esta región, donde predominaban las llanuras con pasturas de notable calidad, se caracterizaba por la producción ganadera. Poseía además los dos únicos puertos importantes del virreinato que permitían la salida o ingreso de mercadería: Buenos Aires y Montevideo. Tenía por lo tanto “la llave” para permitir o no el comercio con el exterior del resto de las subregiones.
Era la región menos poblada del virreinato, estimándose que de la población total, unos 400 mil habitantes en 1800, sólo el 15% se encontraba en esta parte. El predominio de la producción ganadera y el desarrollo del comercio portuario, concentró la población en las ciudades y despobló la zona rural. Las únicas ciudades importantes, además de Buenos Aires y Montevideo, fueron aquellas que se establecieron en el camino por el que iban las mercaderías entre Buenos Aires y Alto Perú. En una primera etapa de su existencia el comercio del Litoral dependió de Alto Perú que era la zona más rica y con más poder de compra. Pero a medida que se fue permitiendo por la autoridades españolas el comercio de Buenos Aires y Montevideo con Europa u otras regiones de América, esta situación cambió y el Litoral se vinculó más al comercio marítimo con Europa.
El Litoral, y especialmente Buenos Aires defendía el libre comercio porque le interesaba colocar los cueros en el exterior del virreinato, y en cuanto a las importaciones, como no producía artículos de consumo manufacturados, le interesaba comprarlos donde fuera más barato. Esto último contrariaba los intereses de las regiones del Interior que se veían afectadas por la introducción de productos que ellos también producían.
EL INTERIOR
Estaba formado por Tucumán y Cuyo.
Tucumán.- La población de esta región se fue estableciendo a lo largo de la ruta de caravanas que comunicaba Buenos Aires con Alto Perú. La población blanca constituía el 30% de la población, igual cifra correspondía a la población india y el resto lo constituían negros, mestizos, mulatos y zambos. Los indígenas poseían uno de los grados de mayor evolución de la región platense y por lo tanto se les utilizó como mano de obra; el mestizaje fue abundante.
Tucumán era una zona de escala para el comercio entre Buenos Aires y Alto Perú. Una de sus principales actividades económicas era la venta de mulas. Estas se criaban en el Litoral y luego eran invernadas en Tucumán donde se las vendía, concretamente en Salta, en las ferias de febrero y marzo. La mayor cantidad de ventas se hacía hacia Alto Perú y Perú. Tucumán también era zona de artesanías. Allí se construían las famosas carretas tucumanas hechas de madera y cuero. También había producción textil, con hilados de algodón, lana y lino. En los tejidos trabajaban mujeres, siguiendo la tradición indígena con telares rudimentarios, en los que se hacían ponchos, frazadas, alfombras, lienzos, etc que se vendían no sólo en Tucumán sino en otras zonas del virreinato. También se trabajaba el cuero creandose riendas, lazos, cinchas, bozales, etc.
También se cultivaba, siendo la principal producción la caña de azúcar, la vid y el algodón, cuyos productos luego se procesaban.
Toda esta producción y su comercialización hacia otras regiones permitía a Tucumán tener un nivel de ingresos importante y durante un tiempo bastante superior a otras zonas. Pero con la apertura del comercio y el ingreso de productos europeos a través del puerto de Buenos Aires, disminuyeron las ventas, afectandose sobretodo a los tejidos. El ingreso de tejidos europeos, especialmente los ingleses, le hicieron perder el mercado del Litoral.
Cuyo.- Era una región de poca población, de la cual sólo el 10% era blanca. Su principal producción era la viña, hecha con regadío. Ya a fines del siglo XVI los vinos de Mendoza se vendían en Buenos Aires. También se producían frutas secas y trigo. Al igual que Tucumán, Cuyo necesitaba de las ventas al resto del virreinato para sobrevivir, pero se defendía mejor de la competencia extranjera `porque la producción de vinos europea se hacía con técnicas similares a las de esta zona, sin poder aplicarse a ella la industrialización. Inglaterra no producía vinos de la misma manera que producía textiles. Lo que si perjudicaba a los vinos cuyanos eran los costos de los fletes: era más costoso trasladar el vino desde Mendoza a Buenos Aires que desde España. Es por esto que el vino español se vendía en Buenos Aires, a fines del siglo XVIII, a 10 pesos, mientras el mendocino se vendía a 36 pesos.
ALTO PERÚ
Estaba formado por los territorios de Charcas, Potosí, Cochabamba y La Paz (actuales territorios de Bolivia) y era la región con mayor concentración de población.
Su principal producción era la minería, que se concentraba en el cerro de Potosí y en Oruro. Pero a fines del siglo XVIII, luego de que España extrajera una impresionante cantidad de plata, la producción había decaído, y de 2000 kilos de material extraído no se llegaba a obtener un kilo de plata. A pesar de ello igual se extraían por año unos 60 mil kilos de plata.
La importancia económica del Alto Perú para el virreinato del Río de la Plata era indiscutible por el aporte económico que hacía en metales preciosos y porque era un importante mercado de consumo de la producción de las demás subregiones. Allí se vendían las mulas, los tejidos y los cueros de Tucumán, los vinos de Cuyo. También tenía comercio con Buenos Aires, ya que los productos que se necesitaban en Alto Perú y que no eran producidos en la zona, se compraban en España e ingresaban por aquel puerto.
Pero la decadencia minera alto peruana y el creciente interés de Buenos Aires por las exportaciones de cueros y carnes saladas hacia el exterior del virreinato, llevaron a desinteresarse por la zona que mantuvo lazos cada vez más estrechos con el Perú.
PARAGUAY
Esta región, con mucha población indígena y mestiza, producía principalmente yerba mate y tabaco, ambos de gran consumo en el Río de la Plata. Como no había otra región que se dedicara a esta producción, no tenía competencia. Pero el estado, atento al gran consumo de yerba y tabaco, aprovechaba esto para ponerle fuertes impuestos.
Una crónica de la época al referirse al consumo de mate expresaba: “Desde el esclavo negro hasta el más noble caballero lo usan. Si llega un huésped, aunque sea a una vil choza o rancho, se le da mate. Si está cansado, mate para descansar; si sudado, mate para desudar; si sediento, mate para despabilar el sueño, si con la cabeza cargada, mate para descargarla; si con el estómago descompuesto, mate para que lo componga”.
De esos impuestos casi nada quedaba en Paraguay, yendo a financiar fortificaciones y gastos de guerra.
Los productos paraguayos eran trasladados por el río Paraná y debían ser descargados en Santa Fe, donde eran recargados en carretas para ser distribuidos en el resto de las regiones. Esto beneficiaba a los santafecinos que revendían los productos. Por esta razón y por los impuestos los paraguayos reiteraron reclamos a las autoridades.
Además de los dos productos señalados, Paraguay producía algodón y realizaba tejidos para su propia población; también cultivaba los productos que consumía. También tenía madera y algo de ganado. Por estas razones Paraguay estaba en condiciones de autoabastecerse, no necesitando de la producción de otras regiones ni de afuera del virreinato. Sólo necesitaba mantener los mercados dentro del virreinato para vender la yerba y el tabaco.
LA CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE LA BANDA ORIENTAL
Durante las primeras etapas de la conquista del Río de la Plata, el territorio de la Banda Oriental fue dejado de lado. Como el interés estaba concentrado en obtener las riquezas minerales que se encontraban en el interior del continente, las expediciones se dirigieron hacia la zona norte. Cuando las ilusiones de hallar oro y plata se perdieron, y comienza la colonización desde Asunción hacia la costa, hay algún interés por establecer avanzadas colonizadas en esta banda.
Pero la colonización va a ser tardía y va estar caracterizada por lo siguiente:
1) Primero se formó una fuente de riqueza, la ganadería, y después recién llegaron los colonos.
2) La Banda Oriental era una zona de frontera entre posesiones españolas y portuguesas y su colonización estuvo determinada por esta situación.
Los primeros intentos de establecer poblaciones fueron las fundaciones de San Juan (1542) y San Salvador (1573). Ambas terminaron en fracaso ya que los habitantes, cansados de penurias y sin auxilios desde el exterior las abandonaron al poco tiempo de fundadas.
Después de la refundación de Buenos Aires, en 1580, la situación parecía más propicia para levantar poblaciones o guarniciones que sirvieran de protección a aquel de este lado del Río de la Plata. El gobernador de Asunción, Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), fue uno de los primeros que vio las bondades del territorio oriental y trató de interesar al gobierno español sobre la necesidad de colonizarlo. El propio Hernandarias, en 1607, dirigió una expedición que recorrió parte del territorio oriental y las costas de los ríos Uruguay y de la Plata. Insistió en sus comunicaciones con España en la necesidad de colonizar el territorio pero no tuvo respuesta.
Fueron necesarias dos circunstancias para que la Banda Oriental despertara el interés de los colonos y de la corona: la explotación del ganado y la amenaza portuguesa.
INTRODUCCIÓN DE LA GANADERÍA
La introducción de ganado a territorio oriental se atribuye a Hernandarias, quien habría dispuesto el traslado de animales desde el territorio de Buenos Aires. Los primeros ganados se introdujeron en la isla del Vizcaíno en 1611 y en San Gabriel en 1617. Poco después también se produce la introducción de ganado desde las Misiones Jesuíticas ubicadas en el norte de la Banda. Las buenas condiciones del suelo y las pasturas abundantes permitieron la rápida multiplicación del ganado.
La riqueza ganadera determinó la llegada de gente de distinta procedencia que, con el tiempo fue creando una población flotante cuya vida estaba unida a la faena ganadera y el comercio de cueros. Los principales lugares de procedencia eran Buenos Aires y Santa Fe donde, a comienzos del siglo XVIII, el ganado comenzó a escasear por las grandes matanzas que se realizaban.
A los vecinos de aquellas ciudades que quisieran apropiarse de ganado de la Banda Oriental se les daba una autorización y cruzaban el río Uruguay, buscaban el ganado y lo arreaban hacia la otra orilla del río. Se trataba en general de estancieros que utilizaban el territorio oriental como abastecimiento de sus estancias. También desde las Misiones Jesuíticas se venía a buscar ganado y a veces se producían conflictos con los santafecinos y bonaerenses.
Además de éstas vaquerías autorizadas para llevar ganado en pie, se fue haciendo cada vez más común la matanza sin permiso del ganado. Como la conducción de ganado hacia la otra orilla exigía muchos personal, tiempo y dinero, se prefería juntarlo en alguna rinconada natural y matarlo para cuerearlo allí mismo.
A las costas del Atlántico llegaban barcos de diversas procedencias que se abastecían de agua dulce y también se interesaron por el comercio de cueros. Bajaban a tierra, mataban animales, establecían campamentos donde secaban los cueros y luego se marchaban a venderlos a Europa. También se realizaban incursiones de los mamelucos, nombre que se les daba a los mestizos de San Pablo, territorio portugués, que arreaban ganado hacia el norte.
Así, con los que hacían matanzas ilegales de ganado y con los que iban quedando de las vaquerías, la campaña se iba poblando. A estos pobladores se fueron sumando desertores de los ejércitos portugueses y españoles. Y además se encontraban los indígenas.
LA PRESENCIA PORTUGUESA
Portugal, desde que comenzó la colonización de Brasil, demostró interés en ocupar más territorio que el que le correspondía de acuerdo con el Tratado de Tordesillas. Aprovechando que los españoles se desinteresaron por los territorios sudamericanos sobre el Atlántico ya que estaban volcados a la conquista de las tierras con riquezas en oro y plata como era Perú, los portugueses fueron expandiendo sus posesiones. Al dirigirse hacia el sur concibieron la idea de que su limite con las posesiones españolas debía ser un accidente geográfico y no una linea imaginaria y ese accidente geográfico podía ser el Río de la Plata. Por lo tanto la Banda Oriental quedaría dentro de su territorio.
Con este propósito en 1680 fundaron la Nova Colonia del Sacramento donde se unen el río Uruguay y el río de la Plata frente a Buenos Aires. En ese momento la Banda Oriental aún no había sido poblada por los españoles.
Las autoridades hispánicas no podían aceptar la situación porque de hacerlo estarían entregando a Portugal un vasto territorio que era además la llave de salida de la cuenca platense. La Colonia portuguesa, además, hacía peligrar el mantenimiento del sistema monopólico español en el sur de América, ya que, por su cercanía con Buenos Aires, se transformaría en fuente de contrabando.
Por estas razones se procedió a desalojar a la Colonia por la fuerza. A partir de ese momento se sucedieron las luchas entre españoles y portugueses por el territorio de la Banda Oriental durante casi un siglo. Los españoles triunfaban en la guerra, pero luego los portugueses, hábiles diplomáticos y contando con el apoyo de Inglaterra, obtenían de vuelta la Colonia en los acuerdos de paz.
La situación de conflicto permanente entre España y Portugal fue dando mayor importancia a la región de la Banda Oriental que era una de las zonas disputadas.
FUNDACIÓN DE MONTEVIDEO
Desde que los portugueses fundaron Colonia, las autoridades españolas proyectaron el establecimiento de un centro poblado en la bahía de Montevideo. El peligro de extensión portuguesa sobre la zona era cada vez mayor y podían establecer nuevas ciudades como Colonia.
A partir de 1715 se suceden las comunicaciones del gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, dirigidas a las autoridades residentes en España, planteando la necesidad de erigir fortificaciones y poblar lugares como Montevideo y Maldonado para evitar que fueran ocupados primero por los portugueses y además para que sirviera de puntos de vigilancia. En 1724 la amenaza de instalación portuguesa en la bahía de Montevideo pareció concretarse, al avistarse allí embarcaciones de aquel país con intención de desembarcar. Enterado de la situación , Zabala actuó con urgencia y dirigió una expedición militar desde Buenos Aires para impedir el asentamiento de los portugueses. Estos, impresionados por el despliegue de fuerzas españolas, se retiraron. Zabala dejó una guarnición en el lugar y ordenó que se delineara el plano de la ciudad a levantar allí.
Entre 1724 y 1726 fueron llegando los primeros pobladores civiles de la ciudad procedentes de Buenos Aires. Pero el desinterés demostrado por la población de aquella ciudad para trasladarse a poblar Montevideo, dio origen al plan para traer pobladores directamente desde España. El estado español contrató al comerciante Francisco de Alzaybar para que se encargara de traer colonos procedentes de las Islas Canarias. Las primeras familias canarias llegaron en noviembre de 1726.
El capitán Pedro Millán se encargó de empadronar a los pobladores y fijar los límites hasta donde llegaba la autoridad de la ciudad. Estos llegaban por el oeste hasta el arroyo Cufré, por el norte hasta las nacientes de los ríos Santa Lucía y San José y por el este hasta las sierras de Maldonado. Abarcaba los actuales departamentos de Montevideo, Canelones y San José y parte de Flores, Florida, Maldonado y Lavalleja. El resto del territorio oriental hasta el río Negro quedaba bajo jurisdicción de Buenos Aires y el norte del río Negro dependía de la gobernación de Yapeyú.
La planificación de la ciudad preveía la existencia de 32 manzanas cuyos solares se repartieron entre los vecinos para que construyeran sus viviendas. A cada vecino se le entregaba un solar, una chacra en los alrededores de la ciudad y una estancia. Las chacras se establecieron sobre el arroyo Miguelete y las primeras estancias estaban ubicadas sobre los arroyos Carrasco y Pando. Una parte de las tierras se dejaban para el pastoreo común de los animales (las dehesas) y otras para beneficio del Cabildo (las tierras de propios).
En 1730, aumentada la población con más familias que habían llegado de las islas Canarias, se designaron por parte de Zabala los miembros del primer Cabildo de Montevideo. Este era la autoridad máxima de la ciudad (aun no había un gobernador de Montevideo) pero desde el comienzo de su actuación tuvo choques con el comandante militar que dependía directamente del gobernador de Buenos Aires. No hay que olvidar el carácter estratégico que se le daba a Montevideo en el intento de defender estos territorios del avance portugués, por lo tanto se tendía a subordinar la vida civil a la autoridad y disciplina militar.
Tratando de solucionar estos enfrentamientos entre el Cabildo y los comandantes militares, el gobierno español decidió, en 1749, la creación de la gobernación de Montevideo, designándose como primer gobernador a José Joaquín de Viana. Esto le daba cierta autonomía a Montevideo, aunque, en ciertos asuntos importantes el gobernador dependía de las autoridades regionales con sede en Buenos Aires.
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